Es tan extensa la obra del pintor que es imposible describirlo en pocas líneas, así que trataré de hacer un minúsculo resumen.
Bartolomé Esteban Murillo, nació en Sevilla en 1.617 y bautizado en Sta. Mº Magdalena. Fue el menor de 14 hermanos. Hijo de Gaspar Esteban y Mº Pérez Murillo, quien procedía de una familia de plateros y pintores, Juan del Castillo, con quien realizó sus primeros aprendizajes cuando quedó huérfano a los 9 años.
En 1.630 ya como pintor independiente, tuvo su primer encargo importante, una serie de 13 cuadros para el Claustro de San francisco el Grande. En 1.645 se casó con Beatriz Cabrera con la que tuvo 9 hijos, en esa época ya tenía muchos encargos por lo que su situación económica era desahogada.
En un principio, su estilo era tenebrista, estilo que afortunadamente abandona influenciado por la literatura picaresca del siglo de oro y por la doctrina de justicia social que le cala muy fuerte y comienza a pintar temas propios de la época, mendigos, personas desamparadas etc.
Influenciado por la pintura de Zurbarán, pinta los 13 lienzos de gran tamaño destinados al Claustro Chico del convento de San Francisco, aunque sigue preocupado por los desamparados a los que pinta en tonos pardo y grisáceo que cautiva al espectador por la expresión de sus miradas.
Después de pintar dos grandes lienzos para la Catedral de Sevilla, empezó a especializarse en temas iconográficos. La Virgen con el Niño y la Inmaculada Concepción son dos de los más conocidos. En la época de los años 50 pinta la mayor parte de sus Vírgenes y unos 20 años después muestra gran interés por el estudio de la infancia y pinta una serie de cuadros infantiles, picaros como los niños comiendo empanada y dentro de este tipo de obra profana realiza obras de la vida callejera como
mujeres en la ventana.
En 1.681 inicia la serie de la Iglesia de los Capuchinos de Cádiz que no verá terminada porque cae de un andamio, finalizando así su vida en 1.682.
