Cuatro valles y un macizo montañoso central, conforman el Parque Nacional de Ordesa y Monte perdido. La perdiz Nival, el quebrantahuesos o la endémica rana pirenaica son algunos de los representantes vivos de un Parque Nacional propio de las montañas con rocas de origen sedimentario-calizas principalmente.
Algunos lugares de alta montaña son muy emblemáticos, como el caso de Brecha de Rolando, puerta natural a 2.800 m de altitud que abre las fronteras con el Parque Nacional de los Pirineos en Francia.
Nieve, glaciares, bosques de hayas y abetos, cascadas en el fondo de los valles y desiertos de altura componen estos paisajes. Escenarios de montañas que son el destino de miles de excursionistas y montañeros que siguen el camino emprendido hace dos siglos por los primeros pirineistas, en el respeto hacia la naturaleza a través de sus conocimientos.