Según cuenta la leyenda, había hace muchos, muchísimos años un terrible dragón, tenía atemorizado a un pequeño pueblo de Cataluña, les estaba dejando sin ganado y para solucionar el problema solo se les ocurre ofrecerle todos los días a una persona que era seleccionada mediante sorteo.
Llegó un día en que le tocó a la hija del rey y cuando iba a devorarla, (por arte de magia) apareció un guapísimo caballero que mató a la bestia (dicho caballero era Sant Jordi) clavandole una lanza. De la sangre del dragón brotó un precioso rosal de rosas rojas y a partir de ese momento volvió la tranquilidad al pueblecito.
Esta leyenda dio pie para que en el siglo XX, tanto el Gremio de Libreros como la Cámara Oficial del Libro, acordaran celebrar cada año el 23 de Abril, día de Sant Jordi, patrón de Cataluña, la tradición de regalar al hombre un libro y una rosa a la mujer. En conmemoración de la muerte de importantes escritores como William Shakespeare, Miguel de Cervantes y Garcilaso de la Vega y el nacimiento de los que lo hicieron en la misma fecha, Josep Pla, Maurice Druon, Manuel Mejía Vallejo etc.
En 1.996, La UNESCO convirtió esta tradición en el Día Internacional del Libro y de los Derechos de Autor.
Unos versos del poema del libro de Juan Ramón Jimenez dicen:
"¿Que las rosas ilustren su misteriosa seda
con el fulgor de esencia;
y su vida insondable y sin nombre penetre
más allá de la muerte!"
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario